El músico cubano Pablo Milanés repasa los temas icónicos de su trayectoria en la gira ‘Esencia’, que recala este viernes, 22 de noviembre (21.00 horas), en la Sala Sinfónica Jesús López Cobos del Centro Cultural Miguel Delibes. Junto a Ivonne Téllez al piano y Caridad R. Varona al chelo, uno de los máximos exponentes de la Nueva Trova Cubana desgranará canciones que forman parte del imaginario colectivo de varias generaciones junto a otras menos conocidas o de sus últimos trabajos.
Cinco décadas de carrera en solitario y medio centenar de referencias en su discografía (recopilatorios incluidos) han convertido a Pablo Milanés (Bayamo, Cuba, 1943) en una de las voces imprescindibles de la música en español. El artista puso en marcha el pasado año una extensa gira internacional, ‘Esencia’, en la que ha querido volcar —como revela su título— lo fundamental de todas sus etapas. Con ese propósito antológico interpretará este viernes (a las 21.00 horas, en la Sala Sinfónica Jesús López Cobos del Centro Cultural Miguel Delibes) algunas de sus canciones míticas, pero también otras de sus trabajos recientes y una selección de temas menos conocidos por el público pero especialmente valorados por su autor. Un recorrido por toda una vida de música.
Pablo Milanés estará acompañado en su actuación en Valladolid por la pianista Ivonne Téllez y la chelista Caridad R. Varona, un formato generador de una atmósfera intimista en la que se impone la característica voz del creador de ‘Si ella me faltara alguna vez’, ‘Para vivir’, ‘El breve espacio en que no está’, ‘Yolanda’ o ‘Ya ves’. No faltan en los conciertos de su gira esos hitos en su carrera, alternados con canciones elegidas por su autor para formar parte de su antología personal, como ‘Nostalgias’, ‘Todos los ojos te miran’, ‘Plegaria’ o ‘Matinal’.
La trayectoria de Milanés, avalada por seguidores incondicionales de varias generaciones y por el premio Grammy a la Excelencia Musical en 2015, tiene su origen en una temprana vocación alentada por la música popular cubana. El son, el bolero, el ‘feeling’ y otras influencias como el jazz han guiado sus pasos desde que en 1973 grabase su primer disco con poemas de José Martí. Además de cantar versos de otros poetas —en su segundo trabajo puso música a los de Nicolás Guillén— el artista ha destacado como compositor de letras cargadas de sensibilidad, que tocan asuntos de carácter social y amoroso y reflexionan sobre la vida o el paso del tiempo.
Mediada la década de los 80, cuando había superado la docena de discos publicados —entre ellos ‘No me pidas’, ‘Años’, ‘Comienzo y final de una verde mañana’ y ‘El guerrero’—, graba un recopilatorio en el que recreaba sus canciones más aplaudidas a dúo con otros destacados intérpretes de uno y otro lado del océano. ‘Años’, con Mercedes Sosa; ‘La vida no vale nada’ con Chico Buarque; ‘El tiempo, el implacable, el que pasó’, con Luis Eduardo Aute; ‘Para vivir’, con Amaya Uranga; ‘Yo no te pido’, con Miguel Ríos; ‘De qué callada manera’, con Ana Belén, y ‘Amor’, con Víctor Manuel, formaron parte de ese trabajo —’Querido Pablo’—, que celebraba su música con el homenaje de sus compañeros de profesión.
Después, otros muchos artistas se sumarían al tributo a una carrera repleta de colaboraciones. La última, con su hija, Haydée Milanés con quien interpretó también algunos de sus grandes éxitos en el álbum más reciente, ‘Amor’, editado en 2017.
Embarcado desde comienzos del pasado año en la gira ‘Esencia’, con la que llega el viernes al CCMD, Pablo Milanés trabaja de forma paralela en sus próximos proyectos, entre ellos una grabación en inglés sobre estándares del jazz y una adaptación de clásicos de su propio repertorio llevados al terreno de la salsa. Además, prepara nuevas canciones para su siguiente disco de estudio.