El concierto tendrá lugar sin público y será retransmitido en streaming por el canal de youtube de la OSCyL el día 26 de febrero de 2021 a las 19:30 h.
Conforme a la Orden CYT/47/2021 el Centro Cultural Miguel Delibes permanecerá cerrado en las fechas en que debería celebrarse el programa de abono n.º 10.
Andrew Gourlay, debido a la situación actual causada por la COVID-19 no podrá dirigir a la OSCyL. Lo sustituirá el director estonio Mihhail Gerts. La obra prevista, Sinfonía n.º 5 de Gustav Mahler, se mantiene.
Se devolverá el dinero de la entrada a quien lo solicite una vez se reabran las Taquillas, que permanecerán cerradas hasta nuevo aviso.
Orquesta Sinfónica de Castilla y León
Mihhail Gerts, director
Descargar programa doble (PDF 7,4 MB)
Descargar programa sencillo (PDF 7,4 MB)
Gustav Mahler (1860-1911)
Sinfonía n.º 5 en do sostenido menor
Es probable que Gustav Mahler nunca se imaginara la tremenda popularidad que alcanzarían sus obras. En su estreno, la sinfonías provocaron cuando menos divisiones en la crítica, y el entorno de Mahler desempeñó un papel en contra y también a favor: por un lado era judío, lo que desde luego no era bien visto por parte de los vieneses, y por otro se codeaba con la alta sociedad: su matrimonio con Alma Schindler y sus diez portentosos años a cargo de la ópera de Viena –si bien con un comportamiento déspota– lo situaron en la cúspide de la fama.
Las hemerotecas demuestran que las obras de Mahler nunca dejaron de interpretarse, aunque se ha tendido a poner de manifiesto que en los años 60 su programación se disparó en las salas de conciertos. Todo se puso a su favor: desde la conciencia de Mahler como “moderno” hasta la evolución del gusto por la espectacularidad del público y la adecuación de las grandes salas a las masas orquestales, así como el avance en la calidad técnica de las grabaciones.
La Sinfonía n.º 5 reúne toda la idoneidad posible para que hoy sea profusamente interpretada: es intensa, contradictoria, melódica, espectacular, contrastante, apasionada y… con final feliz. El Adagietto se ha convertido en un hit gracias a Visconti, y es perfecta para erigirse en la completa protagonista de una sesión. Su nada discreta lucha interna entre luz y oscuridad configura un ecosistema perfectamente adaptado a los gustos actuales 119 años después de su creación.