Orquesta Sinfónica de Castilla y León
Clara Andrada, flauta
Michel Plasson, director
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Maurice Ravel (1875-1937)
Mi madre oca: Suite
Jacques Ibert (1890-1962)
Concierto para flauta
Georges Bizet (1838-1875)
Sinfonía en do mayor
Pese a que cuando se estrenó su Concierto para flauta (1949) Jacques Ibert fue incluido por el compositor Halsey Stevens como autor “periférico” (en el sentido de que picotea de aquí y de allá para crear composiciones eclécticas), cada nota de la obra parece desmentir contundentemente cualquier afirmación de ese tipo: su estructura, lejos de ser superficial, es densa, trabajada, y su estilo reconocible. Armónicamente también es compleja, y las dificultades a las que somete al solista, arduas. La salmantina Clara Andrada ha grabado este concierto para el prestigioso sello Ondine con el entusiasmo de revistas como Ritmo (2020): “El resultado de la solista es deslumbrante”, y por tanto conoce perfectamente un terreno a veces algo resbaladizo.
Pocas dudas puede ofrecer el apoyo a Andrada del veterano Michel Plasson, todo un experto en la música francesa, de la que ha dejado grabaciones de referencia. El director parisino se enfrentará a dos obras paradigmáticas de este repertorio: La Sinfonía en do mayor de Bizet, obra estudiantil aclamada como un ejercicio de ingenio precoz, descubierta en la tardía fecha de 1933 y que por ejemplo el diccionario Grove define como “extraordinaria en invención melódica, manejo temático y orquestación”; y Mi madre oca, un maravilloso compendio de sutilezas generado por el exotismo imaginado de Ravel. Basada en cuentos populares, constituye todo un desafío de savoir faire para el director respecto al dominio de las proporciones y la calibración del efecto. Es una obra recurrente en la carrera de Plasson, y con ella ha obtenido críticas elocuentes (“extraordinaria forma de crear tensión, con final arrebatador”, Codalario, 2017).