Orquesta Filarmónica de Valladolid
Francesco Mariozzi, cello solista
Arturo Armellino, director
Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791)
Sinfonía Nº 25 en Sol menor, K. 183/173dB
Franz Joseph Haydn (1732-1809)
Concierto para violonchelo y orquesta nº 1 en Do mayor, Hob. VII B1
Antonio Salieri (1750-1825)
Sinfonía Veneziana, IAS 38
Una ocasión extraordinaria y poco habitual para escuchar y disfrutar a los tres compositores icónicos del Clasicismo vienés, como fueron Mozart, Haydn y Salieri. Se presentan, además, con tres obras fuera de lo común, por las peculiaridades históricas que encierran y por su alto interés musical.
Mozart despliega en su Sinfonía Nº 25 toda la fuerza del conocido como estilo Sturm und Drang alemán de la época, contraponiendo la sonoridad y presencia de las trompas frente a la ligereza de la cuerda, empleando una tonalidad menor (Sol) que sólo usaría también en su sinfonía número 40. Una composición, esta K. 183, que además alcanzó los primeros puestos de ventas en los años 80, cuando se convirtió en la banda sonora del célebre film Amadeus de Milos Forman, algo que sólo ha conseguido esta pieza en toda la historia de la Música Clásica.
Por otro lado, el Concierto de Cello Nº 1 de Haydn y la Sinfonía Veneziana de Salieri, son dos partituras que no aparecen en escena hasta bien entrado el siglo XX, precisamente en 1961, cuando el manuscrito del primero apareció en Praga y cuando la casa Ricordi editó la obra del segundo a partir de partituras desubicadas entre sí que permanecían escondidas desde el siglo XIX. Haydn concierta al violonchelo para expresarse virtuosamente, como sólo sabía hacerlo en su tiempo Franz Weigl, uno de los mayores intérpretes de la historia; mientras que Salieri se descubre con su Veneziana, ya en el máximo apogeo de su gloria, homenajeando el estilo italiano de su provincia natal en el que se formó y educó: una composición en Re mayor que nada tiene que envidiar, como observará el oyente, a la obra de sus competidores -que no rivales- de la escena germana.
Bajo la batuta del director Arturo Armellino y el solista Francesco Mariozzi, ambos italianos, la Orquesta Filarmónica de Valladolid inaugura así sus ciclos destinados a solistas y directores internacionales.
Fundación Eme
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