BOS, Bilbao Orkestra Sinfonikoa
Programa
Juan Crisóstomo Arriaga (1806-1826)
Los Esclavos Felices, obertura
Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791)
Concierto para piano nº 9 en Mi bemol mayor, Jeunehomme
Antonín Dvorák (1841-1904)
Sinfonía n1 9 en Mi menor, op. 95 Del Nuevo Mundo
Esta año contamos con la visita como orquesta invitada de la Orquesta Sinfónica de Bilbao a cargo del director brasileño Isaac Karabtchevsky, Director Artístico de las Orquestas de la Petrobrás, Sinfónica de Río de Janeiro y la Orquesta Sinfónica de Porto Alegre y cuyo interesante planteamiento sobre la dirección gira en torno a la gestualidad: “Cada año que pasa, en mí se produce una reducción de la amplitud del gesto y una concentración en aquello que es absolutamente fundamental”.
Abre el concierto la obertura de Los esclavos felices de Juan Crisóstomo Arriaga, uno de los compositores más destacados de la historia de la música española y cuya muerte prematura a los veinte años sólo nos permite adivinar lo que podía haber sido el alcance de su prometedora carrera. La obertura programada en este concierto es lo único que nos ha llegado de su ópera en dos actos. En todo caso suficiente para apreciar su gran técnica y dominio de la forma.
La pianista Marta Zabaleta, galardonada en numerosos concursos internacionales y profesora en el Centro de Música Superior del País Vasco, Musikene, será la solista del Concierto para piano nº 9 de Mozart, conocido como Jeunehomme y considerado por su biógrafo Alfred Einstein “una de las obras monumentales de Mozart, una de esas en las que es plenamente él mismo, en la que no busca congraciarse con su público sino más bien ganarlo por medio de la originalidad y la audacia”.
En la segunda parte escucharemos la Sinfonía nº 9 de Dvorák, calificada por él como “Impresiones y recuerdos del Nuevo Mundo” y sin duda su obra más conocida. Compuesta durante su estancia en Nueva York –invitado a dirigir el Conservatorio Nacional de Música– la obra está inspirada en las músicas americanas nativas y en los espirituales negros que escuchó allí y que consideraba debían ser fuente de inspiración de los compositores americanos.