Orquesta Sinfónica de Castilla y León
Andrew Gourlay, director
Piotr Ilich Chaikovski (1840-1893), La tempestad, op. 18
Serguéi Prokófiev (1891-1953), Guerra y paz, op. 91: Suite
Este concierto «extra» supone, una temporada más, un regalo a los abonados de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León. En esta ocasión, en el programa interviene un narrador, y se caracteriza por un recorrido didáctico literario que actúa como hilo temático y que partirá de dos de los escritores más importantes de todos los tiempos: William Shakespeare (1564-1616) y León Tolstói (1828-1910). Será dirigido por el titular, Andrew Gourlay, que tendrá la oportunidad de moldear estos dos pilares del repertorio ruso (Chaikovski y Prokófiev), con el que ya ha mostrado afinidad desde su excelente Stravinski (muy buenas críticas en Juego de Cartas y El pájaro de fuego). Más concretamente referido a Chaikovski, de su Quinta con la OSCyL la revista Mundoclasico.com publicó: «Gourlay apeló una vez más a la inteligencia musical del espectador del siglo XXI, con un respeto y una admiración hacia la obra realmente conmovedores».
Estrenada en 1873, la obertura-fantasía La tempestad está considerada por la crítica especializada a la altura de dos de las obras chaikovskianas señeras dentro de este género: Romeo y Julieta y Francesca de Rímini. Si bien es cierto que no posee el impacto y la inmediatez de estas, sí supone una adaptación musical realmente notable a partir de una fuente literaria. Por otro lado, la ópera Guerra y paz de Prokófiev está considerada la ópera rusa del siglo xx representada con mayor éxito. Estrenada de forma dificultosa en varias versiones durante los años 40 y 50, llegó bastante tarde a los teatros no soviéticos (por ejemplo, hasta 2002 no fue estrenada en el Metropolitan); pero, aunque no se representa demasiado, puede considerarse que se encuentra dentro del repertorio. Una forma de acercarse a ella es esta suite, que recoge algunos de sus momentos más característicos, desde danzas a música de tempestad y batalla. Se trata de una buena ocasión, por tanto, para introducirse en una ópera fascinante.